MI VIAJE

Aquel día me levanté eufórica y vehemente. Era el gran día. El día de dar rumbo a todos mis pensamientos. Me levanté muy temprano con las ideas muy claras. Me
dispuse
a hacer las maletas, para a continuación, ir al Aeropuerto y coger el primer vuelo que me llevara hasta algún lugar remoto e inaudito. Cogí toda la ropa que pude, una tarjeta de crédito,una cámara de fotos, mi libro favorito y una libreta con un boli. Estaba harta de escuchar aquellas lamentaciones y aquel vocabulario de aquellas personas tan vulgares. En ese momento de mi vida todo era igual: las personas iguales, las vidas iguales, los pensamientos iguales, las actitudes iguales..... Todo aquello era muy monótono, ya era la hora de
innovar
y crear nuevos horizontes ya planteados anteriormente. Por eso me decidí a realizar ese viaje, y salir de aquella vida tan
monótona
y patética. Tenía que encontrar esa inspiración que sabía que tenía, pero que todavía no había puesto en práctica.
Cogí un taxi hasta llegar al Aeropuerto. El primer vuelo que salía era hacia Venecia, Italia. Lo cogí. Al subirme en el avión, sentí un poco de temor ya que era la primera vez que me había montado en uno de aquellos aparatos. Al principio se escuchó una
estridente
detonación , pero sólo fue eso. El viaje fue muy tranquilo. ,
A las 1 de la tarde, había llegado a Venecia, a la conocida ciudad de los canales. Todo aquello era increíble, era lo que necesitaba. También veía muchos puentes diferentes. DIFERENTE, ¿habéis pensado alguna vez en esa palabra? Os recomiendo que lo hagáis, y que salgáis de toda aquella monotonía que llena vuestra vida, que llena vuestra vida por fuera, pero no por dentro.
Alquilé una góndola para moverme por aquellas tierras, o mejor dicho, por aquellos canales. Vi un hotel donde alojarme, y me dirigí hacia él. Allí había un recepcionista muy guapo y simpático, que me indicó cómo llegar hasta mi habitación. Este chico era alto y moreno, lucía una pequeña barba y una espléndida sonrisa, con la cual enamoraba a cualquier persona. Le pregunté que si me podía alojar allí durante un tiempo, y él me contestó que sí sin quitar su amplia sonrisa. Me acompañó hasta la habitación, y me dijo que esa podía ser mi casa durante todo el tiempo que quisiera, me guiñó un ojo, y se marchó. Yo le sonreí. La habitación era muy amplia, tenía un ventanal enorme, desde el cual, se podían contemplar unos paisajes maravillosos e indescriptibles para la vista de cualquiera. Tenía una cama de matrimonio y un cuarto de baño a la izquierda. En ese momento me encontraba feliz, muy feliz. Deshice mi equipaje, y lo metí en los cajones.A las tres, era la hora de comer, y una chica vestida de un modo muy extraño, pero a la vez divertido, me avisó. Yo bajé corriendo, y me llevé una grata sorpresa al enterarme que había multitud de comidas para elegir. La variedad era tanta, que no sabía que no sabía escoger mi elección. AL final me decanté por un filete de ternera en su punto. Aquello estaba exquisito. Al acabar fui a por el postre, seleccioné mi fruta favorita: las fresas, mmmm!!! Eran más o menos las 4:30, cuando me dirigí hacia mi habitación. Cogí la pequeña tarjeta para poder abrir la puerta. Al abrirla me resbalé por una cosa deslizante que había debajo de la puerta. Aquello era un folleto dónde me indicaba los distintos programas que realizaban. Era algo así:




















Después de hojearlo durante unos minutos, decidí ir.  EL programa era al día siguiente, así, que esa tarde, fui una pequeña isla de Venecia. Me llevé mi libreta y mi boli. Allí me convertí en la persona más elocuente del mundo, ya que no podia parar de escribir utilizando palabras muy cultas. ¡Era magnífico!
Después de aquello, llegué al hotel, y lo primero que hice fue ponerme cómoda y acostarme, ya que era demasiado tarde para cenar. 
Al día siguiente, me levanté sobre las 8 de las mañana, y a continuación me dispuse a arreglarme para emprender una nueva experiencia. Un monitor vino al hotel para indicarnos todo el camino. Primero, fuimos con las  góndolas a dar un paseo. Yo no paraba de hacer unas magníficas fotos. Luego hicimos un descanso para poder mirar algunas tiendas. Mi tienda favorita era una tienda  dónde  había un montón de máscaras y artilugios de teatro. ¡Me fascinaban! Yo me compré una máscara con infinidad de colores y dibujos. Luego nos llevaron hacia un lugar montañoso y frondoso. Allí había unas especies de plantas nunca vistas en España. A continuación nos llevaron a una pizzería, dónde nos
deleitaban
, con su exquisito queso fundido y su espléndida masa crujiente. Al pegarle el primer bocado, notabas una sensación de placer indescriptible. Para acabar, nos llevaron a un musical de "Mamma mía". Allí no podía parar de mover mi esqueleto. ¡Fue uno de los mejores días de mi vida!
Así fueron pasando los días, unos días espectaculares e inolvidables de mi vida. Estuve allí durante 1 año. Conocí a personas magníficas, que me enseñaron multitud de cosas. Una de ellas, era que nunca debía negar de mis orígenes, y que la inspiración no se encuentra en ningún lugar, simplemente en ti. Ahh!!!   ¡  Aún sigo manteniendo una  relación estrecha con el recepcionista¡

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